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Sexo salvaje con el marido de Ximena 🙈
Sexo salvaje con el marido de Ximena 🙈 Ximena es una ex compañera de colegio. Es una de las chicas con las que me volvà a reencontrar después de algunos años gracias al Facebook. En una de nuestras últimas reuniones ya lucÃa una esplendorosa panza de siete meses de embarazo. En esa ocasión vino ella estaba con su marido, Daniel, quién, pese a lo poco que lo trate, me resultó muy agradable y simpático. Por supuesto que mientras las mujeres nos juntábamos por un lado, para hablar de nuestras cosas, los hombres con Daniel incluido, se pusieron a mirar un partido que pasaban justo a esa misma hora. Fue en ese momento, aprovechando que habÃamos quedado solas, que ximena nos comentó a todas que tenÃa miedo por su marido, y que por eso lo habÃa traÃdo. Cuando le preguntamos de qué tenÃa miedo, nos dijo que ya hacÃa un par de meses que el obstetra le habÃa recomendado no tener sexo debido al embarazo, y que eso iba a ser asà hasta un tiempo después de que naciera el bebé, ya pasada la inevitable cuarentena. Entonces entendimos a lo que se referÃa. TenÃa miedo que su marido buscara afuera lo que no tenÃa adentro, y de que le gustara lo que iba a encontrar. Ella tmb tiene gomas operadas casi como yo, bien paradas duras me ayudo mucho con el tema de mi viudez aunque me cuesta tolerar que deje a su hombre con el pene lleno de leche, con lo lindo que es ver y hacer descargar semen a tu marido.. En ese sentido sus temores eran más que comprensibles. Por más enamorado que esté un hombre la falta de intimidad puede destruir a una pareja, y ella, obviamente, no querÃa llegar a tal extremo, pero se daba cuenta del riesgo que corrÃa. -Yo aprovecho para ir despidiéndome de paso ir hasta el kiosco a comprar cigarrillos- le dice él -¿Necesitas algo?- -No mi amor, nada, estoy bien- le dice ella. Me despido, le acaricio la pancita, y le prometo volver a visitarla cuanto antes. Salimos con Daniel del departamento y subimos al ascensor. -Que mal la debés estar pasando, ¿no?- le digo cuándo cierra la puerta y aprieta el botón de la planta baja. -¿A qué te referÃs?- me pregunta sorprendido, sin saber a qué me referÃa. -Xime me contó de la abstinencia que están teniendo, debe ser terrible- me explayé al respecto. -Si, la verdad que sÃ, pero bueno, es cuestión de acostumbrarse. -Si, pero igual, un hombre como vos no deberÃa aguantarse- le digo con un tono ciertamente especial. -¿Y qué otra cosa puedo hacer?- más que resignación parecÃa estar preguntándome si se me ocurrÃa algo. -Bueno, quizás alguna amiga podrÃa darte una mano- le sugiero. -¿Alguna amiga de mi señora, tal vez?- sugiere él. -Es una buena opción- asiento. El ascensor se detiene en la planta baja pero no salimos. Nos quedamos adentro en otra parte que da a otras escaleras del mismo edificio en la zona de mantenimiento donde yo sabia que no habÃa nadie en ese sector. -Mirá Lau, los dos somos grandes, ¿esto es una especie de joda o algo asÃ?- me pregunta con la más absoluta seriedad. -No es ninguna joda, en verdad me gustarÃa ayudarte- le confirmo. -¿Entonces?- quiere saber. -Entonces… si querés podemos vernos mañana, yo salgo de trabajar a las cuatro y media, me pasas a buscar por el trabajo y vamos a un hotel, ¿Qué te parece?- le digo. -Me parece bárbaro, pero… dame un anticipo ahora, ¡por favor!- me pide casi desesperado. -¿No se va a preocupar Xime porque no volvés?- me quise asegurar. -No pasa nada vos le dijiste que ibas al kiosko, sabe que siempre me quedo charlando con el kiosquero- me clarifica, tras lo cual me vuelve a insistir: -Dale, mira como me pusiste- me dice refiriéndose a la fabulosa comba que se le marca por debajo del pantalón. -subimos las escaleras del sector del edificio B mientras me saca fotos agarrados de la mano, yo le dije que lo haga para compartir el material con ustedes acá en la pagina. Siento que me mete tremenda mano en la cola,amo que me agarres fuerte la cola eso me excita, me calienta más de lo que ya soy. Cuando llegamos a un pasillo que está a media luz, me inclino de rodillas ante él, y le bajó el cierre del pantalón. Le meto los dedos dentro de la bragueta y se la saco afuera. De solo sentir el tibio contacto de mi piel la pija sale disparada hacia fuera, alzándose bien empinada. Aunque no puedo verla bien debido a la penumbra del lugar adivino las venas bien marcadas sobre su exuberante contorno, puedo sentirlas con mi tacto. La tiene grande Daniel, con una comba en el medio que hace que la cabeza apunte hacia arriba. Se siente húmeda y caliente, y se nota además que se viene aguantando desde hace rato, tiene las bolas a punto de explotar el pobre. Agarrándosela siempre con una mano, frotándola suavemente, empiezo por besársela en la punta, untando con la lengua el lÃquido que fluye espesamente del agujerito, ¡se siente tan rico!, trato de sorber la mayor cantidad posible para luego seguir lamiendo todo el resto. ¡Mmmm! Esta tan caliente que me quema la lengua. Sus suspiros de placer mi recompensa, me encantan los ruidos que emite un hombre macho cuándo está gozando de verdad. Y si ya gozaba con apenas una lamida, fue mucho mejor aún cuándo me la metà en la boca y me puse a chupársela con el mayor de los deleites, haciéndola resbalar una y otra vez entre mis labios hambrientos de verga. Se la chupaba haciendo ruiditos, mamando cada trozo, cada centÃmetro, llenándome la boca una y otra vez con tan deleitable manjar, saboreándola a lo largo y a lo ancho, embadurnándolo todo con mi propia saliva. No tenÃamos mucho tiempo asà que me levanté, me saque el vestido negro ajustado que tenia, junto con la tanga rosa, el aroma de mi conchita toda mojada y ansiosa se esparció por todo el subsuelo, me di la vuelta y sujetándome del pasamanos de la escalera eché la colita hacia atrás, ofreciéndosela en todo su esplendor. Bien parado desde atrás, el marido de mi amiga, que ya tenÃa la pija a punto de reventar, me la puso con una mano en el sitio adecuado y aferrándome entonces de la cintura me la mandó para adentro de un solo empujón. -¡Ahhh…!- gemà al sentirla llenándome en esa forma que solo una buena pija puede hacerlo. Me la empujó bien adentro, como si buscara rellenar cada agujero, y con una fuerza descomunal empezó a moverse, haciéndome sonar las nalgas con cada choque de su pelvis, metÃa y sacaba, entraba y salÃa, me cogÃa maravillosamente, y de parada, estremeciéndome toda con cada embestida. En cierto momento me agarró de los pelos y tirando de ellos, como si fuera la crin de una yegua, aceleró sus movimientos, como si quisiera desfondarme y partirme al medio a puro pijazo. -¡Cogeme… cogeme boludo…!- le decÃa yo, girando la cabeza hacia él y mirándolo con carita de viciosa. Me estaba cogiendo, claro, pero a todos les gusta que se lo pidamos, o que les gritemos: ¡Más… más… dame más…! y el marido de mi amiga se ponÃa como loco cada vez que se lo decÃa. -¡Que bien me cogés!- le gritaba y aunque no decÃa nada se esmeraba por mantener el ritmo, acentuándolo de vez en cuando con unos golpes que me repercutÃan hasta en la nuca. Por entre mis muslos podÃa sentir un lÃquido calentito que fluÃa desde mi interior: me estaba mojando otra vez, me mojaba sin parar, gozando esa dureza exquisita que sentÃa perforándome hasta lo más profundo, hasta donde me entraba, con los huevos empujando, como queriendo entrar ellos también. Levantando un pie para apoyarlo en el segundo escalón, me abrà todavÃa más para él, ofreciéndole mi concha bien abierta para que me la reventara a pijazos, para que me la descosiera a ensartes, ¡Era glorioso! Sobre todo porque no se trataba de un tipo cualquiera sino del marido de una amiga. Y me lo estaba garchando en su propio edificio, y de parada. ¿Qué más podÃa pedir? ¡Ah, ya sé! Un polvo mucho más glorioso aún. Y lo tuve. Tras una arremetida de aquellas, en la que incluso hasta casi pierdo el equilibrio, me dijo que estaba a punto de acabar. -¡Te voy a llenar de leche mamita!- me susurró en el instante previo. -Ni se te ocurra- le dije. No porque no me gustara, al contrario, me encanta sentir los borbotones de semen fluyendo en mi interior, pero de ahà me tenÃa que ir a una reunión y no habrÃa sido cómodo hacerlo con la concha chorreándome leche, por eso le pedà que me acabara afuera. Asà que ni bien me la sacó, se la agarre y dándole un par de sacudidas, lo ayude a soltar toda esa carga láctea que venÃa conteniendo desde hace tiempo, porque debo decir que lo que eyaculó fue un verdadero diluvio, una descarga torrencial que parecÃa no tener fin. -¡Ahhhhhhhh… ahhhhhhh… ahhhhhhhhh…!- jadeaba mientras soltaba chorro tras chorro de esperma, salpicando los escalones y el suelo con su esencia Ãntima. -Me dejaste seco Lau- me dijo luego mientras se subÃa el pantalón y se lo abrochaba y yo notaba que le seguÃa saliendo leche y le dije que me moje la tanga no me pude resistir necesitaba sentir el semen de un toro salvaje en mis labios vaginales, lo hizo mientras sacaba unas fotos con cara de relajado. Yo hice lo mismo, me acomodé lo mejor que pude y le dije que para mà habÃa sido un gusto darle una mano con su abstinencia. -Pero mejor nos vamos porque si no tu mujer a buscarte- le dije. -Dale, pero ¿sabes qué?, me quede con las ganas de hacerte la colita- me dijo mientras bajábamos las escaleras, acariciándome justamente esa parte en una forma que certificaba lo que acababa de decirme. -Ya vas a tener oportunidad - le aseguré. El se fue al kiosco, seguramente mucho más aliviado y yo me tomé un Uber para ir a la reunión porque si no llegaba tarde, y les aseguro que durante el viaje y hasta un buen rato después me seguÃan palpitando los labios de la conchita de lo fuerte que me habÃa dado. |
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12/28/2019 5:29 pm |
sin palabras lau...una genia solidaria,con esas palabras tan precisas!
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pero mira q putita resultaste viudita no aguantas sin tener leche en la concha ee
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Gracias por tu historiaaa!!!!
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12/29/2019 4:19 am |
lau...relato exquisito,polemico...pero se diluye en una justificacion justiciera...adoro tu pluma
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Moraleja: los mejores polvos son los qque no se planifican y quién va a dudar de lo que relatas ja ja sos una genia mostrando pruebas Felicidades hermosa por tu relato
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12/29/2019 7:20 am |
Que delicia poder cojerte....bien duroooo! ! ! ! ! 😈
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Lau¡¡¡Me has dejado con los huevos cargados¡¡¡ummm, que delicia de relato y de fotos¡¡¡Una pena no visitarte¡¡¡Un beso y feliz año guapetona¡¡¡Sigue encendiéndonos tanto que un dÃa creo que reventaré tu linda colita.
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Mmm mamu qr linda qe sos!
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Ufff! Me la re-subiste...en cualquier momento te dedico una.P
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Que lindo LAU me encantarÃa me pase algo parecido con vos jajajaja sos hermosa gatita
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ODA AL SUERTUDO DE DANIEL: mira Daniel, no puede ser que tengas esa suerte maravillosa que deseamos miles de admiradores de la gatita hot, pero la vida es asi, la suerte es como la muerte, y hoy siento envidia de ver esas fotos y saber que lo metiste hasta el fondo en un momoento de lujuria placer que Lau de concedio, felicitaciones, te envidio, jajajajaja
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Lau, preciosa.....eres la PUTA número uno de toda Argentina, sin duda alguna. Por eso te digo que tu zorra jamás enviudó...!!! Ese poli ya se debe haber muerto diez veces más, de ver desde el otro mundo como te culean la zorra...y como entregas el CULO a los amigos y desconocidos....eres una PUTA INCORREGIBLE.....Pero una PUTA muy exquisita.
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1/3/2020 11:28 am |
Por dios me hiper calentas con todo lo q haces en la pagina
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que rrico mi riena yop kiero tan bien pasar un mometo mui intimo pibado con una reina como tu eres mui lindad
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Me encanto tu relato, me recalentae y me hiciste recordar mis experiencias con ex ..... parejas en escaleras mmmmm me encanta hacerlo en lugares públicos como las escaleras o ascensores, parques, o por lugares ocultos en las calles mmmmmm
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